Dos hombres se reúnen en el estacionamiento de una tienda de conveniencia para negociar la venta de un Rolex.
El vendedor, que está en su coche, está dispuesto a venderlo por 6,3 millones de dólares (47.000 dólares).
Su interlocutor, a quien conoció a través de un sitio de compras online de artículos de segunda mano, se acerca al vehículo.
Vestido con un short y guantes, toma el reloj, lo mira un rato y luego le pide al vendedor que vaya a la tienda a comprar té.
El vendedor va la tienda, compra la bebida y cuando regresa, unos dos minutos después, se da cuenta de que el hombre no está. Ni él ni su reloj de 6 millones de yenes.
Este insólito incidente, relatado por el portal SoraNews24, ocurrió a fines del mes pasado en la prefectura de Saitama y ha sido noticia en los medios japoneses.
Cuando salió de la tienda, el vendedor intentó contactarse con el ladrón. Este le contestó con dos mensajes: “No tengo tu reloj” y “lo dejé en tu coche”. Luego borró su cuenta.
Entrevistado por los medios, el vendedor declaró: “Fui demasiado estúpido y honesto”.
En restrospectiva, el propietario del costoso reloj consideró sospechoso que el hombre, en vez de entrar al coche y sentarse para examinar el artículo, se haya quedado fuera, como para que le resultara más fácil escapar.
Pese a su ingenuidad, el vendedor al menos grabó al ladrón con su teléfono. Quizá las imágenes ayuden a localizar al sujeto.
En las redes sociales, algunas personas dicen que fue “demasiado amable” al ir a comprar el té. (International Press)