Hino Motors corrigió hoy para peor la confesión que hizo en marzo de este año acerca de los datos falsos relacionados con las emisiones de sus motores y rendimiento del combustible
Hino no solo falseó sus informes desde 2016, como reconoció en principio, sino que lo hizo desde 2003, es decir durante 19 años. Las acciones de Hino en la Bolsa de Tokio cayeron en 7% esta mañana al conocerse este detalle.
La compañía ha hecho público un informe de un comité de investigación especial compuesto por abogados externos que encontraron casos adicionales de fraude.
Satoshi Ogiso, presidente de Hino, se disculpó por no haber visto las trampas a lo largo de los años. «Me gustaría considerar tomar medidas estrictas con respecto a nuestra responsabilidad con la gerencia, incluido yo mismo, y con la gerencia anterior», dijo.
El fabricante de camiones anunció en marzo que cuatro tipos de motores probados desde fines de 2016, y ocho modelos de camiones y autobuses equipados con esos motores, tenían irregularidades en sus emisiones y eficiencia de combustible declaradas.
El informe concluyó que al menos uno de los fraudes relacionados con las emisiones se remonta a octubre de 2003, cuando entraron en vigor las nuevas normas sobre emisiones. Es probable que la cantidad de vehículos que se retirarán del mercado aumente de los 47.000 originales a 67.000.
El informe decía además que Hino arregló los datos para cumplir con las regulaciones de emisiones que en realidad se excedieron y falsificó los informes de rendimiento del combustible. También dijo que el fraude fue causado por «un entorno y una estructura en los que la gerencia no estuvo atenta a la primera línea y dio prioridad a los cronogramas y objetivos numéricos en lugar de los procesos apropiados».
Kazuo Sakakibara, jefe del comité de investigación, dijo que las falsificaciones habían sido realizadas por empleados del departamento responsable del desarrollo de sistemas de propulsión y que «no había pruebas suficientes para respaldar un hallazgo de participación directa de la gerencia».
Sakakibara también dijo que Hino se convirtió en subsidiaria de Toyota Motor en 2001 y que el presidente traído de Toyota no tuvo una participación directa en el asunto.
El fraude resultó en una pérdida neta de 84.700 millones de yenes, unos 648 millones de dólares, en el año fiscal que finalizó en marzo de 2022, el mayor déficit en la historia de la compañía. (NI/RI/)