De los 20 ministros del gabinete del primer ministro de Japón, Fumio Kishida, solo dos son mujeres.
Menos del 10 % de miembros de la Cámara Baja del Parlamento japonés son mujeres.
Japón ocupa el puesto 116 de 146 países en el ranking sobre igualdad de género de este año elaborado por el Foro Económico Mundial.
Todos estos indicadores dejan mal parado a Japón y sobre ello reflexiona la ministra de igualdad de género y asuntos de la infancia, Seiko Noda, en una entrevista que concede a The Associated Press.
“En Japón, las mujeres son subestimadas de muchas maneras”, dice Noda. “Solo quiero que las mujeres estén en pie de igualdad con los hombres”, añade.
Integrante del Parlamento desde 1993, Noda revela que en la Dieta hay “indiferencia e ignorancia” para lidiar con problemas como la desigualdad de género y el descenso de la natalidad en el país.
Pese a que se habla de que los niños son un “tesoro nacional” o de la importancia de las mujeres, solo son palabras, según la ministra. No hay acción.
Noda aboga por un sistema de cuotas para aumentar el número de mujeres que postulan a cargos políticos.
Sin embargo, sus colegas varones del Parlamento han criticado su propuesta alegando que las mujeres deben ser juzgadas por sus habilidades.
Hay hombres, replica la ministra, que no están capacitados para ser candidatos. No obstante, durante los procesos de selección “los hombres pueden ser simplemente hombres”, como si el solo hecho de ser hombre ya fuese una “habilidad”.
Más del 90 % de los miembros de la Cámara Baja son “personas que no menstrúan, no quedan embarazadas y no pueden amamantar”, dice.
Por otro lado, la ministra de 61 años califica como una crisis nacional el descenso de los nacimientos en Japón. El año pasado, solo nacieron alrededor de 810.000 bebés, un mínimo histórico, muy lejos de los 2,7 millones que nacieron justo después del final de la Segunda Guerra Mundial.
La ministra responsabilizó a los sistemas sociales y legales obsoletos que existen en su país de que los jóvenes sean cada vez más renuentes a casarse y tener hijos, lo cual contribuye a la baja de la natalidad y el descenso de la población.
Si bien hay políticos varones jóvenes más abiertos a la igualdad de género, muchos legisladores consideran que los temas relacionados con las familias y el género no son asuntos de ellos, y son reacios a participar.
“Las políticas se han hecho como si no hubiera mujeres ni niños”, advierte Noda.
Para lidiar con el descenso de la natalidad y la población, la ministra lanzará el próximo año una nueva agencia gubernamental dedicada especialmente a los niños.
Noda -que aspira a ser la primera mujer en ocupar el cargo de primer ministro de Japón, apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo y la diversidad sexual- dice que es criticada por los sectores más conservadores de su partido, el gobernante Partido Liberal Demócrata.
En sus declaraciones a AP, la ministra se refiere a sí misma como “una especie en peligro de extinción” dentro de su propio partido.
Sin embargo, Noda también es criticada por activistas por los derechos de las mujeres, que no la consideran como una auténtica feminista. (International Press)
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