Más de la mitad de los aprendices técnicos asiáticos asumieron una deuda promedio de 540.000 yenes (unos 3.950 dólares) para poder venir a Japón, reveló una encuesta de la Agencia de Inmigración japonesa. Casi el 80% de las personas con esas deudas son «pasantes» de Vietnam y Camboya.
La encuesta se realizó entre 2.100 personas entre diciembre de 2021 y abril de 2022. Casi el 20% de ellos dijeron que su salario después de venir a Japón fue menor de lo que esperaban.
El Nikkei dijo el resultado de la encuesta sugiere que los aprendices que fugan de la empresa que los trajo a Japón lo hacen para encontrar otros trabajos para pagar sus deudas o escapar del maltrato.
El lenguaje abusivo, la violencia y la falta de pago de salarios están siendo los grandes problemas para el programa de formación técnica, un eufemismo que Japón utiliza para importar mano de obra barata a la que puede devolver a su país después de un tiempo determinado.
La Agencia de Inmigración también investigó otras circunstancias de las fugas y dijo: «Se sospecha que a los aprendices les están haciendo cobros injustos por sus gastos».
Las organizaciones de despacho de personal en los países de origen de los aprendices recibieron un pago promedio de 542.000 yenes por traerlos a Japón. Sin embargo, hay grandes diferencias según la procedencia, como en Vietnam donde tuvieron que pagar un promedio de 688.000 yenes, en comparación con 94.000 yenes de Filipinas.
Los acuerdos intergubernamentales del programa prohíben el cobro de depósitos y multas para evitar el incumplimiento del contrato, pero en la realidad los aprendices pagaron un promedio de 19.000 yenes por este motivo.
Para pagar el dinero de venida a Japón, el 80% de los aprendices de Vietnam y Camboya pidieron préstamos con un promedio de 674.000 yenes y 566.000 yenes, respectivamente.
Tampoco de trata de empresas ilegales de despacho de personal las que hacen esos cobros. Por ejemplo, las leyes en Vietnam lo permite, dentro de ciertos límites, con agencias aprobadas por el gobierno. Un 17 % de los inmigrantes vietnamitas pagaron un promedio de 446.000 yenes en comisiones a estos intermediarios, reveló la encuesta.
Entre tanto, las reglas que rigen para a estos pasantes les exige no cambiar de trabajo durante los tres primeros años. Incluso si no están satisfechos con sus salarios y beneficios, no pueden cambiar a otro empleador a través de los procedimientos regulares, y por eso hay muchos casos de personas que se fugan para trabajar ilegalmente. En 2021 hubo 7.167 casos de este tipo, más del 60% de ellos vietnamitas. (NI/AP/)