El gobierno japonés se prepara para un brote local de la viruela del mono luego de que la Organización Mundial de Salud (OMS) declarara el sábado una emergencia sanitaria mundial por la expansión de este virus.
El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social de Japón realizará este viernes 29 una reunión especial para discutir el uso de la vacuna como medida de prevención. Se sabe que Japón almacena vacunas para este virus para posibles casos de bioterrorismo.
Aunque no se ha registrado ninguna infección de este tipo en Japón, se hacen ajustes para tener un sistema de detección y tratamiento ante los casos vistos en el extranjero.
La vacuna es la principal medida a tener en cuenta. En Japón es producida por KM Biologics con base en Kumamoto. Aunque se sabe que su eficacia es alta contra el virus, su uso masivo en Japón requiere aún de aprobación oficial.
Sobre las medidas de detección, Japón posee pruebas PCR disponibles en los laboratorios de salud de las 47 prefecturas del país, aunque se requerirá de un refuerzo de existencias para hacer frente al mismo tiempo al coronavirus.
El Nikkei dijo que Japón puede obtener el «Tekonirimat», un fármaco contra la viruela del mono que se fabrica en Europa y EEUU que puede probarse en el marco de un ensayo clínico local con una 50 personas.
La viruela del mono es una enfermedad infecciosa de tipo 4 descubierta en 1958 en la parte central y occidental de África donde el mal ya es endémico. La mayoría de las infecciones son leves y rara vez se vuelven graves. Aparece con síntomas como fiebre, sarpullido, dolor de cabeza e inflamación de los ganglios linfáticos con un periodo de incubación de 7 a 14 días aproximadamente y erupciones que se propagan desde la cara a todo el cuerpo.
La OMS observó que en Reino Unido y EEUU la mayoría de pacientes eran hombres que se transmitieron el virus por contacto sexual. Aunque las mujeres también pueden infectarse por contacto cercano y los niños pueden tener cuadros graves. La OMS está llamando la atención de los miembros de la familia y los profesionales de la salud que viven con los pacientes infectados.
Citado por el diario Yomiuri, Atsuro Hamada, profesor de la Universidad de Medicina de Tokio dijo: «En comparación con las enfermedades infecciosas por las que se han declarado emergencias hasta ahora, la infectividad y la gravedad (de la viruela del mono) no son altas. Pero no requeriría las vacunas masivas como con el coronavirus». (RI/PJ/)