Tetsuya Yamagami, el asesino de Shinzo Abe, vivía en la prefectura de Nara con sus padres, un hermano mayor y una hermana menor.
Su padre dirigía una empresa de construcción, pero murió cuando era niño. La madre asumió entonces la conducción de la compañía.
Todo estos datos sobre Yamagami son revelados a Asahi Shimbun por un pariente, un septuagenario que reside en la prefectura de Osaka.
El hombre recuerda que la mamá de Yamagami se unió a una organización religiosa (la Iglesia de la Unificación), a la cual donaba grandes cantidades de dinero, probablemente en busca de respuestas sobre la vida y apoyo espiritual tras perder a su esposo.
“Era viuda y supongo que se sentía insegura sobre el futuro de la familia”, dijo a Asahi.
El pariente recuerda que recibía llamadas de los tres hijos de la mujer. “No tenemos nada para comer en casa”, le decían. El hombre de Osaka les daba dinero y, a veces, comida.
Más adelante, Yamagami ingresó a un koko (preparatoria) de Nara considerada de elite, pues una alta proporción de sus graduados ingresaban a universidades de prestigio.
Tras egresar, el asesino estudió en una escuela técnica.
En 2002, se unió a las Fuerzas de Autodefensa Marítima de Japón. Ese mismo año, su su madre se declaró en quiebra.
El hombre de Osaka cree que Yamagami entró a la milicia porque tenía problemas para ganarse la vida.
Yamagami, según el pariente, responsabiliza a la organización religiosa de su vida de penurias económicas. “Apuesto a que ha guardado rencor todo el tiempo”, dice.
El hombre vio a Yamagami por última vez alrededor de 2005.
El asesino, que creía que Abe tenía relación con la Iglesia de la Unificación, dijo a la policía que su madre siguió haciendo donaciones a la organización incluso después de quebrar. (International Press)
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