La recomendación del gobierno de Japón a la gente para que no use mascarillas al aire libre no ha encontrado eco. La mayoría de las personas continúa usándolas en espacios abiertos al margen de las circunstancias (aunque no estén conversando o mantengan la distancia, por ejemplo).
Los esfuerzos gubernamentales para aumentar la conciencia pública sobre la flexibilización de las restricciones (folletos, comerciales, etc.) no han dado resultado.
Por ello, Naoki Sato, profesor experto en comportamiento público, cree que una figura pública como el primer ministro Fumio Kishida debería intervenir directamente refiriéndose al tema.
“La presión de grupo es muy fuerte en Japón, y la gente tiende a modificar su comportamiento en función de los actos de los demás”, advierte Sato en declaraciones a Kyodo.
La recomendación de no usar mascarillas al aire libre cobra mayor relevancia en el verano, cuando aumenta el riesgo de sufrir golpes de calor.
Ya se han registrado casos de niños trasladados a hospitales debido a la extenuación o insolación por usar mascarillas durante clases de educación física.
Contribuye a la renuencia de la gente a despojarse de las mascarillas compañías como East Japan Railway, que aún pide a sus pasajeros que las usen en todo momento.
Por otro lado, una encuesta realizada por la firma Laibo el mes pasado reveló que alrededor del 48 % de japoneses dejaría de usar mascarillas si se fabricara un “medicamento milagroso” contra la covid-19.
Casi el 90 % dijo que continuaría poniéndoselas aunque ya no se solicitara su uso.
Alrededor del 62 % consideró como inapropiado aparecer en espacios públicos sin mascarillas. (International Press)