Rara vez, o nunca, verás a un anciano miembro de la yakuza con un smartphone, asegura el portal SoraNews24.
La razón, explica, es una ley que entró en vigor en Japón en 2011 que obliga a las compañías de telecomunicaciones a exigir a sus clientes, en los contratos de afiliación, que no son parte de la yakuza.
Sin embargo, ¿para un mafioso no sería fácil eludir el obstáculo simplemente mintiendo? Podría hacerlo, pero los líderes de la yakuza son objeto de un intenso seguimiento por parte de la policía, que está a la búsqueda del menor traspié para cazarlos.
Si la policía descubre que un miembro de alto rango de la mafia ha consignado información falsa en un contrato con una compañía de telecomunicaciones, puede arrestarlo por fraude.
En 2020, la policía de la prefectura de Hokkaido arrestó a un yakuza por firmar un contrato de telefonía móvil en 2018 en el que había declarado que no pertenecía a la mafia
¿Y hacer que otra persona suscriba por ellos el contrato? No, porque eso también constituye fraude.
En 2017, la policía arrestó a Kunio Inoue, jefe de Kobe Yamaguchi-Gumi, y a una mujer que firmó por él para obtener un nuevo teléfono. El caso no llegó lejos, pero permitió a la policía registrar las oficinas de la organización delictiva.
Comprar smartphones de segunda mano es fácil, pero el problema es la tarjeta SIM, según SoraNews24.
Así las cosas, para evitar problemas con la policía, los viejos líderes de la yakuza mantienen sus antiguos teléfonos.
Los miembros jóvenes del crimen organizado pueden acceder a smartphones si han firmado contrato antes de unirse a la mafia. (International Press)
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