Yuri Kondo nació en la prefectura de Kanagawa y se mudó a Estados Unidos en 1971 para hacer estudios de posgrado.
En 1997 comenzó a ejercer la abogacía en EEUU y se convirtió en ciudadana estadounidense en 2004.
En 2017 intentó renovar su pasaporte japonés, pero su solicitud fue rechazada.
Actualmente, reside en la prefectura de Fukuoka como ciudadana estadounidense.
La mujer de 75 años ha presentado una demanda contra la ley de nacionalidad de Japón, que prohíbe a los japoneses poseer también una nacionalidad extranjera, informa Kyodo.
De acuerdo con la mencionada ley, una persona japonesa pierde automáticamente la nacionalidad japonesa si adquiere una nacionalidad extranjera.
Kondo alega que la norma viola la Constitución japonesa, que reconoce el derecho de las personas a buscar la felicidad y la igualdad.
Para la mujer, el hecho de hacerse ciudadano de otro país no debería privar a un japonés de mantener su nacionalidad japonesa.
En declaraciones ofrecidas en una conferencia de prensa, Kondo dijo: “La nacionalidad es un derecho humano importante, y es ilegal quitársela automáticamente a alguien sin su consentimiento”.
La demanda interpuesta por Kondo no es la primera de una persona en su situación.
El año pasado, el Tribunal de Distrito de Tokio rechazó una acción legal similar presentada por ocho personas que residen en Europa.
El tribunal concluyó que la ley de nacionalidad de Japón es constitucional.
Los ochos demandantes apelaron el veredicto. (International Press)
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