Hace tres años, cuando era estudiante de preparatoria, Yuto Kitamura vio las imágenes en línea de unas playas llenas de basura.
El impacto fue tan fuerte que el entonces adolescente decidió comenzó a recoger basura por su cuenta en las riberas de los ríos, entre otros lugares.
Yuto disfrutaba las tareas de limpieza y se emocionaba al encontrar objetos de países extranjeros en el agua, revela en entrevista a Kyodo.
Un día, sin embargo, se dio cuenta de que el esfuerzo individual no era suficiente y decidió crear un juego para involucrar al mayor número de personas.
Un juego implica diversión y eso fue lo que buscó desde el principio para que la gente no viera la recolección de basura como un trabajo pesado o desagradable, sino como una actividad entretenida que se puede compartir con otros.
Así nació Seisochu, con la idea de que recoger desperdicios es como una búsqueda del tesoro.
Seisochu hace de la recolección de residuos en las calles una competencia por equipos, en la cual se otorgan puntos de acuerdo con el tipo y el peso de la basura recogida en un tiempo determinado.
Cada equipo intenta completar misiones que recibe en los smartphones de sus integrantes.
El juego se está popularizando. Ha congregado a alrededor de 1.000 niños y adultos en ciudades como Nagano y Tokio, y está previsto que se realice en otras partes del país.
Yuto, de 19 años, aspira a que el juego se expanda al extranjero y contribuya a crear conciencia sobre la preservación del medio ambiente.
“Espero que dé la oportunidad de aprender sobre temas ambientales mientras uno se divierte”, dice el joven universitario. (International Press)
