El gobierno japonés se alista para prorrogar hasta finales de septiembre la vigencia del subsidio especial por ajuste de empleo por coronavirus que vence en junio. Se trata de asignaciones que se otorgan a las empresas de todas las industrias para que no despidan a su personal a causa del impacto de la pandemia en su producción.
No es la primera vez que este subsidio salarial extiende su vigencia desde que fue implementado en 2020. Normalmente, el gobierno subsidia con 8.300 yenes diarios por persona que en casos especiales eleva el tope máximo hasta 15.000 yenes.
Con ese dinero, las empresas envían a sus empleados de descanso evitando su despido por la caída de producción o ventas relacionadas al impacto del coronavirus. La medida ha frenado el aumento de la tasa de desempleo, destacó el Nikkei.
El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social estima que este sistema redujo el desempleo hasta en 2,6% entre abril y octubre de 2020.
Aunque hay señales que la actividad económica se reanudará, el movimiento comercial entre la industria hotelera, los restaurantes y las tiendas sigue siendo grave debido a las continuas restricciones de inmigración, pese a que el gobierno ha decidido reabrir de manera limitada las fronteras al turismo extranjero.
Después de la invasión rusa de Ucrania, el costo del petróleo se ha disparado y el yen se depreciado afectando la reactivación de la economía japonesa. El gobierno quiere seguir apoyando el empleo.
Pero no todo es bueno con este subsidio. Los economistas sostienen que la ampliación de su vigencia desde 2020 es un «exceso» que está impidiendo la migración laboral y está «atrofiando el metabolismo» de las empresas hacia nuevas formas de negocio y mejoras de gestión para hacer frente a los nuevos tiempos.
A causa de la pandemia, los gobiernos de muchos países crearon subsidios para ayudar a las empresas e individuos a hacer frente a los efectos de la pandemia, pero casi todos ellos han detenido esas ayudas mientras se concentran en reactivar la economía nacional. (NI/RI/)