El 29 de julio de 2021, un autobús escolar con siete niños a bordo llegó a una guardería en la prefectura de Fukuoka.
Seis niños se apearon del vehículo. Toma Kurakake, de cinco años, se quedó encerrado en el autobús en un día de fuerte calor.
Varias horas después, alrededor de las 5 de la tarde, hallaron su cadáver en el vehículo. Había muerto por un golpe de calor.
Casi tres años después, la fiscalía de Fukuoka acusó a la exdirectora de la guardería y a una trabajadora por negligencia causante de muerte, revela Asahi Shimbun.
Yoko Urakami era la directora de la guardería cuando se produjo la tragedia, mientras que la empleada estaba a cargo de hacer bajar a los niños del autobús.
Cuando el vehículo arribó a la guardería, había un niño que estaba llorando. Las dos acusadas, ocupadas en consolar al pequeño, cerraron al autobús olvidando que la víctima seguía dentro.
La policía acusó a otros dos trabajadores de la guardería de negligencia, pero la fiscalía no halló suficientes evidencias para llevarlas a los tribunales.
La madre de la víctima publicó un comunicado en el cual dijo que espera que las dos mujeres reciban “la pena más severa posible” y que las otras dos personas piensen en el hecho de que la vida de su hijo terminó en “una terrible agonía”. (International Press)