El martes, el ex primer ministro de Japón, Shinzo Abe, sostuvo una reunión en línea con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen. Ambos estuvieron de acuerdo en que no debe tolerarse ningún intento de cambiar el statu quo por la fuerza en alusión a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El encuentro no pasó desapercibido para el gobierno de China, que criticó a Abe por “confabularse con las fuerzas independentistas de Taiwán”.
En una declaración recogida por Kyodo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino dijo que China se opone con firmeza a “cualquier forma de intercambio oficial” entre Taiwán y los países con los cuales Pekín mantiene lazos diplomáticos.
Este año se cumple el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Japón y China.
Asimismo, el portavoz chino expresó el “fuerte disgusto” de su país por la reunión entre Abe y Tsai.
Es “peligroso”, advirtió, alentar un avance en las relaciones entre Taiwán y Japón.
Abe también causó revuelo en diciembre pasado cuando dijo que cualquier emergencia relacionada con Taiwán sería una emergencia para Japón y para la alianza de seguridad Japón-Estados Unidos.
El ex primer ministro lidera la facción más grande dentro del gobernante Partido Liberal Demócrata de Japón.
En 1972, Japón rompió lazos diplomáticos con Taiwán y estableció relaciones con China.
Un comunicado firmado por ambos países aquel año señaló que Taiwán es “parte inalienable” de China y que Japón “comprende y respeta plenamente esta posición”. (International Press)