La compañía japonesa Bridgestone abrió una fábrica en Rusia en 2016.
La planta, que da empleo a alrededor de mil personas, dejará de producir neumáticos desde el viernes, informa la NHK.
La medida regirá hasta nuevo aviso.
De esta manera, Bridgestone se suma a la lista de empresas japonesas que han paralizado sus operaciones en Rusia tras la invasión a Ucrania.
Entre ellas, los dos gigantes del motor, Toyota y Nissan.
Bridgestone enfrenta dificultades logísticas -como la escasez de piezas- para continuar operando.
Además, la demanda se ha derrumbado desde que los fabricantes de automóviles han suspendido su producción.
Los 1.000 trabajadores no quedarán desamparados. El fabricante de neumáticos continuará pagando sus salarios.
Bridgestone también ha decidido congelar sus planes de inversión en Rusia, así como sus exportaciones al país.
A través de un comunicado público, la compañía japonesa, tras condenar la violencia y abogar por un pronto retorno de la paz, enfatizó que su principal preocupación es la seguridad de sus empleados y sus familias. (International Press)