Japón comenzó a flexibilizar las restricciones de ingreso al país este mes, elevando el número máximo de personas entrantes a su territorio de 3.500 a 5.000 por día, cifra que subirá a 7.000 desde el próximo lunes.
Los turistas extranjeros tendrán que esperar, pero ya pueden hacerlo los estudiantes, por ejemplo, quienes para el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, son prioridad.
El gobierno japonés dará preferencia a los estudiantes para ocupar asientos en los vuelos durante los días de semana, cuando hay menos viajeros de negocios.
Japón planea autorizar el ingreso de aproximadamente 10.000 estudiantes extranjeros por semana, informa Asahi Shimbun.
La iniciativa se ejecutará desde mediados de marzo.
El país asiático apunta a que para fines de mayo ingresen al país 110 mil estudiantes extranjeros que están en lista de espera y que pese a ser elegibles para entrar a territorio japonés no han podido hacerlo (en algunos casos hasta por dos años) por los estrictos controles fronterizos.
En declaraciones recogidas por Kyodo, el secretario jefe de gabinete de Japón, Hirokazu Matsuno, subrayó su relevancia: “Es extremadamente importante para nosotros aceptar estudiantes extranjeros para mejorar la educación de nuestra nación y construir relaciones amistosas con varias naciones”.
De acuerdo con cifras del gobierno de Japón, alrededor de 150 mil estudiantes extranjeros no han podido entrar al país en estos dos años de pandemia. Se ignora cuántos han desistido de seguir estudios en Japón y elegido estudiar en otros países (como Corea del Sur) o permanecer en sus tierras de origen. (International Press)