La brecha salarial de género en Japón no se ha cerrado a pesar de que hay leyes que exigen la igualdad. Ellas aún ganan el 74% de lo que reciben los hombres, una realidad que cuestiona la conciencia que la tercera economía del mundo tiene sobre el lugar que la mujer ocupa en la sociedad.
Esta es una de las reflexiones que se dan hoy en Japón, en el Día Internacional de la Mujer.
El salario mensual promedio de las trabajadoras a tiempo completo en Japón llegó a 251.800 yenes (unos 2.190 dólares) en 2020, en comparación con los 338.800 yenes que reciben los varones.
La desigualdad salarial es grave. Un cálculo del Nikkei sostiene que las mujeres en Japón habrían tenido que trabajar 112 días adicionales para igualar el salario de los hombres en 2018 en comparación con solo 17 días en Noruega.
En el sector de profesiones especializadas y bien pagadas la presencia de la mujer también es menor. Solo el 21% de los médicos de Japón son mujeres, el porcentaje más bajo entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sin embargo, los puestos de maestros de jardín de infantes, nutricionistas y otros campos dominados abrumadoramente por mujeres generalmente tienen ingresos por de debajo del promedio nacional japonés de 4,48 millones de yenes al año.
Y aunque la participación femenina en la fuerza laboral de Japón superó el 70 % en 2018, el 54 % de las mujeres trabajadoras en 2021 tenían trabajos irregulares, en comparación con el 22 % de los hombres.
Aunque han habido empresas que han empezado a torcer esa tendencia, los analistas sostienen que se necesita un cambio significativo en la sociedad japonesa para dejar de asociar ciertos trabajos con un género.
Hisashi Yamada, vicepresidente del Instituto de Investigación de Japón, demandó además que se necesita crear «un entorno en el que las mujeres puedan prosperar por el uso de sus talentos, independientemente de su edad o nacionalidad. (NI/RI/)