Estados Unidos y Europa acordaron excluir a los principales bancos rusos de la Asociación Internacional de Comunicaciones Interbancarias (SWIFT) para impedir sus transacciones con el resto del mundo, además de anunciar nuevas sanciones al Banco Central de Rusia.
El Nikkei dijo que los bancos privados pretenden inducir una depreciación del rublo excluyéndolo de la red internacional de liquidación de fondos para contener las transacciones en moneda extranjera y frenar la defensa monetaria del banco central.
La invasión de Ucrania se volvió más seria y por cautela, la Unión Europea (UE) decidió adoptar una línea dura.
«Estamos decididos a hacer que Rusia siga pagando (por la invasión de Ucrania) y a aislarla aún más del sistema financiero internacional y de la UE», dijo ayer la presidenta de la Comisión Europea, Urdula von der Leyen en un comunicado.
Agregó que las sanciones «tendrían un gran impacto en la capacidad del señor Putin para recaudar fondos para la guerra».
QUÉ SIGNIFICA SALIR DEL SWIFT
Las exclusiones del SWIFT incluirán a los principales bancos rusos que anteriormente estaban sujetos a sanciones financieras, así como a otras entidades financieras si fuera necesario.
Los bancos excluidos del SWIFT prácticamente no podrán transferir dinero a ningún país fuera de Rusia. Hasta ahora, la medida había sido pospuesta porque también tiene un impacto demasiado grande en la economía europea que hacen grandes pagos por energía.
Sobre las sanciones al Banco Central de Rusia no se han revelado detalles, pero se tiene claro que el objetivo es hacerle imposible que intervenga en el mercado para vender dólares y comprar rublos, una acción que provocaría la depreciación del rublo y dañaría la economía rusa.
El SWIFT maneja alrededor de 42 millones de remesas por día en todo el mundo, de las cuales las instituciones financieras rusas representaban el 1,5% con 46.000 millones de dólares en transacciones diarias. Los bancos sancionados representan el 80% de los activos totales de la banca rusa. (AG/NI/RI/)