Los extranjeros con residencia permanente y de largo plazo en Japón cumplen con sus deberes ciudadanos, como el pago de impuestos, pero no tienen derecho al voto y, por lo tanto, “los medios para mejorar sus vidas”.
Además, en un país con una tasa de natalidad en declive, los extranjeros están haciendo los trabajos que los japoneses ya no hacen.
Así pues, los extranjeros son actores cada vez más importantes en la sociedad japonesa.
Esas son las razones esgrimidas por un grupo de ciudadanos japoneses que piden que los extranjeros residentes con una extensa estadía en el país puedan votar.
“Nos gustaría que se les otorgaran derechos de acuerdo con los roles que desempeñan”, sostienen.
El grupo elaboró una petición para que los extranjeros puedan votar con 18 741 firmas, informa Mainichi Shimbun.
La solicitud fue elevada al Ministerio del Interior y Comunicaciones de Japón.
El grupo estima que si su iniciativa se materializa, beneficiaría a alrededor de 1,5 millones de extranjeros.
El estatus de residente permanente indica, por lo general, que el extranjero lleva diez años o más viviendo en Japón, según Mainichi.
El Ministerio de Comunicaciones de Japón, a través de un funcionario, manifestó que no se debe desestimar “la necesidad del multiculturalismo”. Sin embargo, permitir que los extranjeros voten es un tema que debería debatirse en el Parlamento, añadió.
Hay legisladores que apoyan la iniciativa, como Kunio Arakaki, del Partido Socialdemócrata.
En 1995, el Tribunal Supremo de Japón señaló que otorgar derechos de voto a los extranjeros con residencia permanente no está prohibido por la Constitución. (International Press)