Alrededor de 147 mil estudiantes extranjeros están atrapados en un limbo: llevan, en algunos casos, hasta dos años esperando que Japón autorice su ingreso para que puedan estudiar.
La decisión del gobierno de Japón de prohibir el ingreso a extranjeros no residentes, medida en vigor hasta febrero, mantiene a miles de estudiantes en la incertidumbre.
En protesta contra las restricciones impuestas por el gobierno nipón, se han organizado a través de Twitter para manifestarse frente a embajadas de Japón en países como Mongolia, Polonia, India y Malasia.
Las manifestaciones se ampliarán en el transcurso del mes a países como España, Argentina, Alemania y Austria, según Kyodo.
Los extranjeros sostienen que el veto de Japón no tiene sólidas bases científicas.
Los organizadores también están preparando protestas frente a la oficina del primer ministro japonés en Tokio en febrero.
Los estudiantes exhortan al gobierno a que les informe cuándo podrán ingresar al país.
La mayoría de ellos han recibido la dosis de refuerzo contra el coronavirus.
Además, la mayoría está pagando su matrícula en universidades o escuelas de idiomas, como la brasileña Beatriz Reganassi Okumura, quien en declaraciones a la NHK dice que los estudiantes en su situación se sienten «traicionados y abandonados por Japón”.
La joven de 26 años están pagando por clases en línea de idioma japonés y su espera tiene un límite: si hasta el próximo semestre (que comienza en abril) Japón no le permite ingresar, renunciará a seguir estudiando. (International Press)