El estudiante de 17 años que acuchilló a tres personas en Tokio el sábado estaba frustrado porque sus calificaciones no eran buenas y su sueño de inscribirse en la prestigiosa Universidad de Tokio y convertirse en médico había desaparecido.
El menor, alumno de una escuela en Nagoya, atacó a las víctimas cerca del campus principal de la Universidad de Tokio, donde los estudiantes se sometieron a los exámenes de ingreso al referido centro de estudios, según Asahi Shimbun.
Los ataques fueron al azar, pues el adolescente no conocía a las víctimas, un hombre de 72 años, una estudiante de 17 años y uno de 18. Los dos últimos, residentes en la prefectura de Chiba, estaban en Tokio para rendir los exámenes de ingreso a la universidad.
Los tres fueron atacados por la espalda. Sus vidas no corren peligro.
El atacante, que anhelaba asistir a la Universidad de Tokio para estudiar medicina, no era parte de los estudiantes que debían hacer las pruebas de ingreso.
“Si no puedo convertirme en médico, debería hacerme hara-kiri (ritual de suicidio) después de matar a otros y cargar con la culpa”, dijo el joven a la policía.
Después de apuñalar a los tres, el joven tiró un cuchillo al suelo ante los gritos de los guardias de seguridad. Luego fue arrestado por la policía.
Además del arma con la que atacó, el estudiante tenía otro cuchillo y una sierra plegable. También se encontró dentro de una mochila que sería suya unos tres litros de líquido combustible distribuido en varias botellas.
Minutos antes del ataque a las tres víctimas, el adolescente habría iniciado un incendio en la estación de Todaimae, a unos 100 metros del lugar de los acuchillamientos. (International Press)