A fines de agosto, una mujer de 27 años residente en la prefectura de Aichi se divorció de su esposo. Hoy cría a sus dos hijas sin la ayuda de él.
Como madre de dos niñas, la mujer esperaba ser beneficiaria de la ayuda de 100 mil yenes (880 dólares) por menor que el gobierno de Japón otorga en medio de la crisis desatada por la pandemia de coronavirus.
La joven madre, sin embargo, no recibió la notificación de que recibiría el subsidio. El dinero fue depositado en la cuenta bancaria de su exesposo. Es decir, la ayuda no llegó a quien verdaderamente la necesita, sino a quien no se hace cargo de sus hijos.
El caso reseñado no es aislado. Como la mujer de Aichi, hay muchas madres solteras que no reciben la ayuda, sino sus exesposos, revela Asahi Shimbun.
Para entregar los 100 mil yenes, el gobierno central utiliza los datos del existente sistema de subsidio por hijos.
El problema en el caso de la mujer de Aichi es que el sistema tenía registrada la cuenta bancaria de su excónyuge.
Si bien en septiembre la joven madre sustituyó dicha cuenta por la suya, la lista de personas elegibles para la ayuda de 100 mil yenes utiliza datos de agosto, motivo por el cual no incorpora el cambio hecho por ella.
Cuando la mujer llamó al municipio de la ciudad donde reside, un funcionario le dijo que no se podía hacer ningún cambio y que le pidiera los 100 mil yenes a su exesposo. La mujer, indignada, replicó: “Si pudiera pedirle eso, no nos habríamos divorciado”.
El municipio se defiende alegando que han procedido de acuerdo con lo dispuesto por el gobierno central con respecto a los plazos establecidos para elaborar la lista de personas elegibles.
Shiho Tanaka, directora de un grupo que apoya a padres solteros en Shizuoka, cuestiona la utilidad del subsidio si este no llega a las personas que realmente están criando a un niño. (International Press)