La tasa de pobreza infantil en Japón es de 14 %, una de las más altas entre las economías más grandes del mundo, por encima de países como Reino Unido, Canadá y Francia (entre 11 y 12 %), y por debajo de Estados Unidos (21,2 %).
Para combatirla, el gobierno japonés creará una base de datos que almacenará diversas informaciones sobre los niños, desde la situación económica de sus familias hasta su rendimiento escolar y pruebas para evaluar su estado físico.
El objetivo, según una fuente de Kyodo, no es solo prevenir la pobreza, sino también el abuso infantil, agravados por la pandemia de coronavirus.
Los datos sobre los niños están dispersos en los municipios del país. Japón apunta a integrar toda la información, y así identificar rápidamente a los niños que necesitan ayuda para brindársela.
El gobierno espera que la base de datos contribuya a superar las dudas de los padres y niños que se resisten a buscar ayuda de las autoridades.
Koji Ogawa, líder de un grupo que auxilia a familias en situación de pobreza, explica a Kyodo que se debe prestar apoyo a gente vulnerable que no lo solicita, pues muchos sienten vergüenza de pedir ayuda pública.
La pobreza infantil abarca a los chicos de 17 años o menos que viven en hogares con ingresos inferiores a la mitad del promedio nacional.
La iniciativa forma parte de una política del primer ministro japonés, Fumio Kishida, para promover la transformación digital de la sociedad. La intención es que la base de datos esté disponible en el año fiscal 2023. (International Press)
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