Cuando una mujer de la familia imperial de Japón se casa con un plebeyo pierde su estatus real. Con el fin de “preservar su dignidad” y ayudarla a iniciar una nueva vida, como plebeya, la mujer recibe una determinada cantidad de dinero que proviene de fondos públicos.
A la princesa Mako, hija del príncipe heredero Fumihito, le correspondería recibir 152,5 millones de yenes (1,38 millones de dólares) después de casarse con su prometido, el abogado Kei Komuro.
La princesa, sin embargo, ha expresado su deseo de no aceptar el dinero y, de acuerdo con fuentes de Asahi Shimbun, su solicitud será aceptada por el gobierno de Japón y la Agencia de la Casa Imperial.
Si bien se barajaron diversas alternativas, como recortar el monto o entregarle la suma completa para que ella pudiera donarla a una organización benéfica, finalmente se decidió acoger su petición.
Por primera vez en el Japón de posguerra, una integrante de la familia imperial no recibirá la subvención pública tras casarse con un plebeyo.
La inédita decisión de Mako busca granjearse la simpatía del público debido a la controversia surgida en torno a su matrimonio, aplazado en 2018 después de que los medios revelaron que la madre de su novio le debía dinero a su exprometido.
Mako y Komuro tienen 29 años. Su matrimonio está previsto para octubre. Komuro reside en Estados Unidos, donde busca abrirse paso como abogado, y retornará a Japón esta semana. (International Press)
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