Los misiles balísticos de corto alcance probados por Corea de Norte el miércoles pasado tomaron trayectorias irregulares, diferentes de los típicos proyectiles de su tipo. Se trata de un desarrollo que complica el esfuerzo de la defensa japonesa para rastrear e interceptar esas armas, dijo un análisis el diario Nikkei.
A las 12.39 horas del 15 de setiembre, la Guardia Costera de Japón dijo que los dos misiles cayeron fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) en el Mar de Japón. Con esta información el primer ministro, Yoshihide Suga, salió en conferencia de prensa.
Pero los analistas detectaron luego diversas trayectorias que extendieron el rango de posibilidades más allá del primer cálculo. A las 16.00 horas, el ministro de Defensa, Nobuo Kishi, puso a la ZEE como uno de los posibles puntos de caída de los misiles.
A las 21.00 horas, la versión oficial cambió una vez más y se confirmó que los proyectiles impactaron en la ZEE japonesa. Es decir, casi nueve horas después del lanzamiento.
El hecho no hace más que reflejar cuánto ha avanzado Corea del Norte en el desarrollo de sus armas y cuán ineficaz ha resultado la defensa japonesa para rastrear los proyectiles.
Las Fuerzas de Autodefensa identifican y rastrean objetos que vuelan hacia Japón con un sistema automático de alerta que cubre todo el país. Los radares pueden calcular inmediatamente la trayectoria de vuelo parabólico de un misil balístico convencional de alta velocidad, pero es claro que los disparos del miércoles fueron configurados de manera perfecta para evadir su seguimiento.
DOS MÉTODOS PARA EVADIR UN RADAR
Junnosuke Kobara, periodista experto en seguridad, explicó que los misiles tienen dos métodos para burlar los radares. Uno es el vuelo a baja altitud como ocurrió esta vez. Avanzaron a una altitud máxima de 50 km sobre el nivel del mar.
Dos. El cambio brusco de la trayectoria antes de llegar a su objetivo. Son capaces de virar repentinamente hacia arriba en el tramo final del vuelo, lo que significa desviarse de la ruta asumida por el sistema de cálculo del radar. Es el disparo más difícil de detectar e interceptar.
“Necesitamos radares de alta capacidad para trayectorias irregulares”, dijo ayer el general Koji Yamazaki, jefe del gabinete del Estado Mayor Conjunto del Ministerio de Defensa.
¿Será suficiente adquirir nuevos y costosos sistema de radar? Los expertos en seguridad japoneses consideran que no. Se necesita desarrollar capacidades de ataque a la base de disparo para evitar el lanzamiento de misiles desde el otro lado y una mayor coordinación con Estados Unidos y Corea del Sur.
CÓMO SER VERDADERAMENTE DISUASIVOS
Entre tanto, Japón está desarrollando de forma independiente misiles crucero de largo alcance como elemento de disuasión y respuesta a ataques desde barcos enemigos distantes.
Sin embargo, Corea del Norte ha dado muestras de que puede desactivar las ideas de ataque contra plataformas de lanzamiento. Será difícil detectar lanzaderas móviles como las usadas el miércoles. Los misiles norcoreanos salieron desde un tren estacionado cerca de un túnel. ¿Cómo destruir una plataforma de lanzamiento que puede moverse con rapidez?.
La otra amenaza es el avance que Corea del Norte está logrando con el lanzamiento de misiles balísticos desde submarinos (SLBM), un arma letal con alto grado de sorpresa. Las pruebas que ha realizado parecen haber sido exitosas.
Para ser verdaderamente disuasivos, se está pidiendo a Japón que coopere con Estados Unidos para albergar misiles que pongan tanto a Corea del Norte como a China en el rango de alcance de un ataque rápido y efectivo.
El ejército estadounidense está impulsando un plan para construir una red de misiles de alcance medios en Asia y Japón es candidato serio para ser parte de ello. Amenazas y razones le sobran. (RI/NI/PJ)
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