En junio, la policía acusó a Uber Japan, operador del servicio de entrega de alimentos Uber Eats, por contratar a dos vietnamitas que permanecían de manera ilegal en Japón y violar la ley de control de inmigración del país.
Para evitar problemas como el referido, Uber tomó la drástica de decisión de no contratar a más estudiantes extranjeros, informa Kyodo. La medida entró en vigor el 25 de agosto.
La decisión afecta también a los estudiantes extranjeros que viven de manera legal en Japón. Si ellos no infringen la ley, ¿por qué se les perjudica?
Un funcionario de la compañía explica a la agencia de noticias que verificar in situ el estado de la visa de los estudiantes cada medio año y su asistencia a las escuelas donde estudian exige “una gran cantidad de recursos humanos» que hace difícil la supervisión por parte de Uber.
La medida es un duro golpe para los estudiantes extranjeros que están sufriendo los estragos de la pandemia de coronavirus, que los ha empujado al desempleo o recortado sus horas de trabajo.
Ante las restricciones que afectan sobremanera a restaurantes, muchos extranjeros que trabajaban en ellos se han trasladado a los servicios de delivery de comida, en crecimiento durante la pandemia.
Por otro lado, la disminución de trabajadores en Uber Eats podría debilitar la calidad del servicio.
La medida no tiene efecto retroactivo, así que no afecta a los estudiantes extranjeros registrados como personal de Uber Eats antes de que entrara en vigor.
Los estudiantes extranjeros pueden trabajar hasta 28 horas por semana. (International Press)
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