La burocracia japonesa está siendo criticada por rechazar el ingreso de viajeros, muchos de ellos nacionales, por presentar los certificados de prueba negativa por COVID-19 que no coinciden estrictamente con el formato de Japón o sencillamente por fallos en el rellenado de formularios.
La acción ha sido calificada de desmedida por los viajeros, expertos en inmigración y empresas aéreas. Mientras otros países aceptan pruebas negativas por COVID-19 emitidas por un proveedor médico, desde marzo Japón está exigiendo que los retornados hagan que sus médicos «rellenen a mano» formularios personalizados elaborados por el mismo Ministerio de Salud nipón.
En algunos casos, las personas fueron enviadas de regreso porque el formulario no se rellenó correctamente.
Estas exigencias están provocando, por supuesto mucho rigor en el embarque, lo que está generando un mayor número de viajeros japoneses varados en el extranjero y retornados con el certificado de la prueba COVID-19 en la mano.
MÁS MOTIVOS DE CONFUSIÓN
Otro motivo de confusión radica en los métodos de detección del coronavirus. En un principio, Japón solo certificaba un resultado negativo si las muestras eran tomadas con hisopos nasofaríngeos o saliva.
Sin embargo, en el extranjero normalmente se combinan las muestras con hisopos nasofaríngeos y orofaríngeos. Los viajeros con destino a Japón se quejaron de la molestia de buscar un centro médico que cumpla con los estándares japoneses.
Aunque Japón agregó esta opción combinada al formulario PCR en julio, el lío es ahora por el término empleado en algunos países donde se menciona “hisopos nasales” y no “hisopos nasofaríngeos”.
Expertos japoneses en derecho internacional e inmigración, han dicho que “la repatriación al país de origen es un derecho básico y la denegación de entrada debido a documentación incompleta es excesiva”.
La profesora Naoko Hashimoto de la Universidad Hitotsubashi, dijo que “lo racional” sería que los viajeros que llegan a Japón con ese problema sean sometidos a pruebas y se les aísle en el aeropuerto antes de permitirles la entrada.
El Nikkei ha informado que, alarmado por el aumento de estos problemas, el Ministerior de Relaciones Exterior ha instado al Ministerio de Salud a aceptar los formularios que contengan la información requerida, sin tanta burocracia.
Aún así, el personal de las aerolíneas en los aeropuertos sigue rechazando a las personas que carecen del documento designado por el gobierno japonés.
Si un pasajero es devuelto a su punto de partida debido a documentación incompleta, la aerolínea asume el costo del transporte de la persona.
Se está exigiendo a Japón tomar medidas correctivas inmediatas y adaptaciones digitales para dejar de “hacer sufrir” a la comunidad internacional con sus trabas burocráticas. (RI/International Press)
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