En 1985, menos del 5 % de japoneses llegaba a los 50 años sin haberse casado. En 2015, la tasa era de 23,37 % en los hombres y 14,06 % en las mujeres.
Mientras la población soltera en Japón se extiende, sus padres están inquietos por su estado civil y hay quienes deciden pasar del lamento o la preocupación a la acción.
Estos padres participan activamente en la búsqueda de potenciales cónyuges para sus hijos.
En Japón existe una asociación que organiza eventos en todo el país que congregan a padres de mujeres y hombres solteros de mediana edad con el objetivo de encontrar parejas para sus hijos.
En estos actos, revela Mainichi Shimbun, los padres intercambian información sobre sus hijos.
En un evento realizado en la ciudad de Yokohama, el padre de un hombre soltero le dijo a la madre de una mujer soltera que su hijo es una persona con paciencia, motivo por el cual “estoy seguro de que lo haría bien en el matrimonio».
Ambos intercambiaron datos sobre sus respectivos hijos, tras lo cual pasaron a otra mesa para hablar con otros padres.
Si ambos padres congenian, entonces intercambian información de contacto. Sin embargo, ya depende de sus hijos si acuerdan encontrarse personalmente. Los padres son intermediarios, pero la decisión final es de sus hijos, como bien subrayó una mujer de 66 años que busca cónyuge para su hija de 34.
«Serio”, “de buen corazón», «honestos”, “trabajadores», son algunas de las cualidades que los padres destacaron de sus hijos.
Un japonés de 62 años que busca pareja para su hijo, un servidor público de 33, confesó a Mainichi que si bien hay varios servicios de búsqueda de pareja en internet, prefiere eventos como el de Yokohama porque le permiten escuchar las cosas desde la perspectiva de otro padre.
En esa línea, el director de la asociación que los organiza explicó que una de las ventajas de su servicio es que la información que los padres transmiten a otros sobre sus hijos puede ser más fidedigna al incluir también aspectos negativos de sus vástagos.
Uno de los participantes del evento fue una mujer de 73 años residente en la prefectura de Shizuoka que busca pareja para su hijo de 45. La anciana lleva tres años intentándolo sin éxito. El problema, dijo, es que es difícil encontrar a una mujer que cumpla con la condición de que su hijo y ella, si se casan, vivan en casa de la septuagenaria.
¿Tienen buenos resultados estos eventos?
Si bien existen casos en los cuales los hijos, pese a la gestión de sus padres, deciden no reurnirse con una potencial pareja o si lo hacen las cosas no funcionan, también de ellos han surgido matrimonios.
La asociación, creada en 2005 en la prefectura de Kioto, ha llevado a cabo más de 500 eventos en todo Japón, con la participación de unos 40.000 participantes en total. La edad media de los hijos es de 33 años para las mujeres y 38 para los hombres. (International Press)
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