Japón considerará la posibilidad de que las vacunas y los tratamientos médicos que aún no han sido aprobados a nivel nacional estén disponibles en caso de emergencia, después de que los obstáculos regulatorios retrasaron la campaña de vacunación contra el COVID-19.
En medio de las críticas por el lento ritmo de vacunación de Japón, el primer ministro Yoshihide Suga, dijo que espera actualizar la legislación existente. Si se aprueban, las nuevas vacunas y tratamientos que ya están en uso en el extranjero se pondrán temporalmente a disposición del público antes de que se pueda completar un ensayo clínico en Japón.
«La mayoría de los países no requieren un ensayo clínico nacional, pero en Japón sí», dijo Suga hoy los periodistas. «Creo firmemente que necesitamos actualizar nuestro marco legal para situaciones de emergencia».
No obstante, la revisión podría presentarse al parlamento el próximo año.
Actualmente, Japón requiere que las nuevas vacunas pasen por un ensayo clínico en el país antes de su aprobación. El proceso completo suele durar alrededor de un año.
Aunque el gobierno japonés aceleró la aprobación de la vacuna de Pfizer, el proceso tomó aproximadamente dos meses después de que se envió la solicitud en diciembre.
Los trabajadores de la salud de Japón comenzaron a recibir la vacuna a mediados de febrero, dos meses y medio después que en EE. UU, y aún están lejos de culminar este primer grupo de inmunización. En total, Japón solo ha vacunado a menos del 1% de la población japonesa, mientras las nuevos infecciones y el número de fallecidos por coronavirus sigue aumentando. (RI/Agencia)
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