La Corte Suprema de Japón desestimó el lunes 26 la apelación de la peruana Nelly Moreno y de sus dos hijos de 19 y 17 años, ambos nacidos en Japón, quienes solicitaban un permiso especial para radicar en el país.
La Oficina Regional de Inmigración de Osaka había dictado para ellos la orden de deportación.
Según la sentencia, Moreno y su esposo llegaron a Japón por separado en la década del 90 con pasaporte y nombre falsos. Los dos hijos nacieron aquí e iban al colegio japonés cuando en 2011 el padre fue detenido por violar la Ley de Inmigración.
En 2012, la Oficina Regional de Inmigración de Osaka ordenó la deportación de la familia. Los peruanos acudieron a la justicia para evitar la deportación, pero perdieron el juicio en 2015.
Al año siguiente, el padre fue deportado a Perú, mientras que su esposa se quedó e inició una lucha legal para obtener la visa especial para ella y sus hijos.
En la actualidad, su hija mayor ha ingresado a la universidad y el menor estudia la secundaria superior. (International Press)
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