En la noche del 23 de abril, día en que el gobierno de Japón decidió declarar el estado de emergencia en las prefecturas de Tokio, Osaka, Kioto y Hyogo para frenar la propagación del coronavirus, un grupo de personas que buscaban lugares para beber se reunieron alrededor de la estación de Koenji, en Tokio, después de las 8 p. m., hora en que el gobierno de la capital japonesa ha solicitado que se cierren los bares.
Sin lugar donde beber, la gente bebía cerveza y shochu (bebida alcohólica) al aire libre, sentada en bancos u otros espacios. Las mascarillas colgaban debajo de sus bocas mientras hablaban y bebían.
El riesgo de contagiarse en espacios abiertos es veinte veces menor que en cerrados, según estudios. Sin embargo, eso no significa que el peligro de infectarse no exista, y menos aún si se habla alto, a corta distancia y sin mascarilla.
Expertos en Japón advierte del riesgo de contraer el virus que corren quienes beben al aire libre, informó Mainichi Shimbun.
El instituto de investigación científica Riken alerta de que las personas que hablan en voz alta sin mascarillas arrojan gotitas infecciosas sobre los demás incluso en espacios abiertos.
Uno de los jóvenes que bebían en la calle en Tokio expresó su preocupación por la gran cantidad de gente reunida y la posibilidad de infectarse. Sin embargo, dijo: “No tenemos más opción que beber afuera porque los bares están cerrados».
Estar al aire libre puede brindar una falsa sensación de seguridad. En otra parte de la capital, frente a la estación de Takadanobaba, un estudiante universitario que bebía con unos amigos declaró: “El riesgo es bajo en exteriores, donde el aire se ventila a diferencia de interiores”.
No obstante, Kazunori Oishi, experto en enfermedades infecciosas, advierte: “El riesgo de infección es alto cuando se habla con personas de cerca sin mascarillas, incluso al aire libre. Me gustaría que la gente dejara de beber en la calle». (International Press)
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