El Código Civil de Japón establece que las parejas casadas deben compartir un apellido. Por lo general, llevan el del hombre. Es decir, las mujeres no conservan su apellido.
Hay sectores en el país asiático que buscan introducir una modificación legal para que los matrimonios puedan llevar apellidos por separado.
Los conservadores se oponen alegando que los apellidos separados podrían tener efectos negativos en la unidad familiar y en los niños, según Kyodo.
Entre los conservadores -defensores de los llamados valores tradicionales- figuran 50 legisladores del gobernante Partido Liberal Demócrata de Japón (PLD) que enviaron una carta a miembros de la agrupación para que rechacen la modificación legal en sus asambleas locales.
Los parlamentarios, que pertenecen a ambas cámaras, arguyen que los apellidos separados podrían generar el colapso del sistema social.
Lo sorprendente es que una de esas 50 personas es Tamayo Marukawa, ministra a cargo del empoderamiento de la mujer y la igualdad de género.
Marukawa también se desempeña como ministra olímpica. Asumió el cargo la semana pasada después de que Seiko Hashimoto, su antecesora, fue designada jefa del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Hashimoto sucedió a Yoshiro Mori, que renunció a la presidencia del comité por comentarios sexistas. El hombre, de 83 años, dijo que las mujeres hablan demasiado, alargando innecesariamente las reuniones.
En su primera conferencia de prensa como ministra, Marukawa declaró que «desafortunadamente, ha quedado claro que Japón está a medio camino en sus esfuerzos (por alcanzar) la igualdad de género».
En diciembre pasado, el gobierno de Japón aprobó una política de promoción de la igualdad de género, sin incluir -sin embargo- el uso de diferentes apellidos para las parejas casadas. (International Press)
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