El 20 de septiembre del año pasado, una joven residente en la ciudad de Fukuoka descubrió que estaba embarazada.
Cuatro días después, su pareja, un hombre de 21 años, le dio un medicamento que -le dijo- era para prevenir una enfermedad de transmisión sexual. La chica comenzó a sentir fatiga y dolor de cabeza, y sospechando que le habían dado algo para que abortara acudió a la policía.
Análisis de sangre y orina hallaron compuestos del medicamento abortivo mifepristona. A mediados de octubre perdió al bebé.
El hombre, Jin Mimae, fue arrestado el lunes por la policía de Fukuoka, según Mainichi Shimbun.
Mimae dijo que compró el medicamento, prohibido en Japón, por internet. «No quería casarme con ella», declaró a la policía.
El hombre podría ser condenado a una pena de cárcel de entre seis meses y siete años por aborto sin consentimiento.
La chica de 18 años tenía cinco semanas de embarazo cuando ingirió mifepristona.
El medicamento, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Japón, puede causar graves efectos secundarios, como la pérdida significativa de sangre de la vagina. (International Press)
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