Una de las catastróficas consecuencias del Gran Terremoto de Kanto de 1923 fue la masacre de ciudadanos coreanos, falsamente acusados de envenenar pozos.
Casi cien años después, los falsos y maliciosos rumores contra las minorías étnicas se repiten, amplificados por las redes sociales.
Tras el terremoto de 7,3 que sacudió el noreste de Japón alrededor de la medianoche del sábado pasado, espacios como Twitter y YouTube se llenaron de comentarios discriminatorios e información falsa.
Inmediatamente después del sismo, en Twitter se publicaron mensajes que acusaban a personas coreanas y negras de envenenar pozos, según Mainichi Shimbun, que advierte de que es común que tras un desastre se difundan mentiras y se apunte contra las minorías.
Después del terremoto que azotó el noreste de Japón en 2011, se esparcieron rumores de que los extranjeros estaban cometiendo numerosos delitos. Todo era mentira. Sin embargo, un estudio realizado por un investigador de la Universidad de Tohoku Gakuin descubrió que más del 80 % de los residentes de la ciudad de Sendai, en la prefectura de Miyagi, creyeron en la mentira.
En 2018, tras las lluvias torrenciales que golpearon el oeste de Japón, se difundieron maliciosos rumores sobre «saqueadores” chinos y coreanos.
El periodista Daisuke Tsuda, estudioso de la información falsa en línea, aconseja a las personas que si encuentra información poco confiable en las redes, mejor esperen a que los medios de comunicación informen de ella y no la difundan. Asimismo, los tuits claramente maliciosos deben reportarse ante Twitter. (International Press)
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