Cuando era secretario jefe del gabinete de Japón, el actual primer ministro Yoshihide Suga respondía a la prensa de manera enérgica y con un “tono autoritario”, según The Japan Times.
El Suga que participó en una reunión en la Cámara Baja el lunes se pareció poco al de antes.
El primer ministro contestó a las preguntas de los legisladores con voz débil o ronca. «Tengo dolor de garganta y perdí la voz, pero aparte de eso estoy bien», dijo Suga, tratando de minimizar la inquietud en Japón por su salud.
En el país asiático preocupa que la fuerte presión que acarrea lidiar con la propagación del coronavirus -y las críticas a la gestión del gobierno- estén perjudicando la salud del primer ministro.
El principal portavoz del gobierno, Katsunobu Kato, aseguró que Suga consulta sobre su estado de salud con un médico en la oficina del primer ministro y toma los medicamentos necesarios, sin que ello obstaculice el cumplimiento de sus funciones.
Kato no respondió de manera explícita cuando le preguntaron si a Suga, de 72 años, le han realizado una prueba de PCR para descartar el virus, limitándose a decir que «se somete a las pruebas médicas necesarias».
El mes pasado, el primer ministro fue criticado debido a que el mismo día en que suspendió el programa de fomento del turismo interno Go To Travel, ante la expansión del virus, cenó con ocho personas en un restaurante, desobedeciendo a su propio gobierno, que pidió al público que evite comer en locales públicos con cinco personas o más. (International Press)
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