Aoyama Trading, una de las grandes cadenas de ropa formal de Japón, planea cerrar locales, reducir el espacio de sus tiendas y adelantar la jubilación de 400 empleados para hacer frente a la crisis del negocio a causa del coronavirus.
Con la reducción de los espacios, la compañía espera atraer a operadores de oficinas compartidas y otro tipo de negocios como restaurantes y tiendas de conveniencia para obtener ingresos sostenidos.
La reconversión del negocio llega cuando la pandemia está provocando el aumento del teletrabajo y menos demanda de trajes, abrigos, corbatas y otros atuendos formales para negocios que son la especialidad de Aoyama.
La empresa, fundada en 1964, pronostica para este año fiscal que acaba en marzo una pérdida neta de 29.000 millones de yenes (US$280 millones). Para reducir sus costos, está ofreciendo jubilación anticipada a 400 empleados y planea el cierre de 140 tiendas, reveló el diario Nikkei.
La cadena quedará con alrededor de 700 puntos de venta, de las cuales 400 reducirán su espacio entre un 30% y 50% hasta marzo de 2024.
LA COMPETENCIA TAMBIÉN HACE CAMBIOS
Las cadenas competidoras de Aoyama también están adoptando medidas de cambio. Aoki ingresará en febrero al negocio de las oficinas compartidas y convertirá algunos de sus locales en complejos comerciales con gimnasios.
No obstante, Aoki ya opera cibercafés y gimnasios y calcula que las ganancias de sus negocios de ocio superarán al de trajes y corbatas en marzo de 2023.
Por su parte, Konaka ha lanzado un negocio de alquiler de automóviles que utiliza el espacio del estacionamiento de sus tiendas en zonas suburbanas.
Otro proveedor de ropa de negocios, Haruyama Holdings, ha acelerado el desarrollo de pequeños comercios junto a sus tiendas tradicionales como peluquerías y lavanderías.
Según una encuesta entre hogares del Ministerio de Asuntos Internos de Japón, el gasto anual promedio para trajes de oficina alcanzó su punto máximo en 1991 con 19.043 yenes por mes, pero en 2019 se había desplomado a 4.716 yenes.
Sin embargo, por efectos de la pandemia, ese gasto cayó en 50% a 1.313 yenes entre abril y noviembre de 2020. (RI/International Press)
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