Desinfectarse las manos o pasar por un control de temperatura corporal antes de entrar en supermercados, restaurantes u otros espacios públicos son una práctica habitual en el mundo de hoy, marcado por la pandemia de coronavirus.
Este mes, en un Starbucks en el barrio de Toshima, Tokio, una mujer sufrió una experiencia desagradable después de utilizar un desinfectante para manos en la entrada del local.
La mujer, que iba con su hijo de un año, notó que sus manos comenzaban a picarle y calentarse, y a sentir un dolor parecido a una quemadura, según el portal SoraNews24.
Además, sentía las manos pegajosas y notó en ellas una sustancia blanca parecida a un polvo. Fue a lavarse las manos, que quedaron enrojecidas e hinchadas. El dolor no se iba.
La joven madre interrogó al personal por el desinfectante. Después de verificar, los trabajadores se dieron cuenta de que al volver a llenar la botella, por error habían vertido en ella detergente sin diluir.
Starbucks se disculpó con la mujer y alertó a todas sus tiendas. Asimismo, está en conversaciones con la clienta (seguramente para que no los demande).
Un médico revisó las manos con ampollas de la mujer y le diagnosticó quemaduras químicas. ¿Tiempo de curación? Dos semanas.
Por suerte, la mujer decidió aplicar el desinfectante en sus manos antes que en las de su hijo. El daño al pequeño habría sido enorme.
El incidente ha traumatizado a la mujer. Con miedo a usar los desinfectantes de las tiendas, ella lleva consigo el suyo. Aún está enfadada por Starbucks, al que no perdona por su negligencia. (International Press)
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