La súper computadora japonesa “Fugaku”, la más veloz del mundo, confirmó que las mascarillas de tela tienen capacidad para bloquear las partículas de saliva que transportan el coronavirus.
Aunque hay diferencias con las mascarillas no tejidas que son 10% más efectivas, las que están hechas de algodón y poliéster pueden detener hasta alrededor del 80% de las partículas que se esparcen por el ambiente con el efecto aerosol.
El Instituto de Investigación Riken, apoyado por el gobierno japonés, probó que las mascarillas de tela bloquearon el 80% de las partículas, suficiente para tener confiabilidad.
“Lo más peligroso es no usar una mascarilla solo porque hace calor”, dijo al diario Nikkei, Makoto Tsubokuro, líder del equipo del Centro de Ciencias de la Computación de Riken. “Es importante usar una máscara, incluso de una tela menos eficaz”, afirmó.
Las mascarillas de poliéster y algodón permitieron que pasara hasta el 40% de gotitas de 20 micrones (un micrón es la millonésima parte de un metro) porque sus fibras están más espaciadas que las telas no tejidas.
También se calculó la eficacia de los protectores faciales para bloquear la tos del usuario. Aunque las gotas de 50 micrones o más quedaron adheridas a la superficie interna de la mascarilla, las de 20 micrones o menos pudieron salir a través de la tela.
En una simulación, la computadora Fugaku midió el riesgo de contagio en un auditorio de Kawasaki de 14.000 metros cuadrados con una asistencia de 2.000 personas. El resultado, suponiendo que el local usara aire acondicionado, el público se sentara separado y con mascarillas, es poco riesgo de propagación del virus.
La clave, dijeron los analistas, sigue siendo poca concentración de personas, a un 50% del aforo del local, uso de mascarilla y seguimiento de posibles brotes para aislar rápidamente a los infectados. (International Press)
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