Ya no es inusual ver a personas usando protectores faciales, además de mascarillas, para prevenir el coronavirus. En Perú, por ejemplo, uno de los países más afectados por la pandemia, su uso es obligatorio en el transporte público.
En Japón, una asociación pediátrica en la prefectura de Shizuoka, advierte de que su uso en bebés de un año o menos podría ser peligroso.
Su empleo podría aumentar el riesgo de que los bebés sufran golpes de calor, según la organización, motivo por el cual no recomienda su utilización.
Los escudos o protectores faciales, que tienen versiones más pequeñas para los niños o están adheridos a gorras o sombreros, entrañan tres riesgos, reproducidos por Yomiuri Shimbun:
- Debido a que la frecuencia respiratoria de los bebés es mayor que la de los adultos, la temperatura y la humedad dentro del protector facial tienden a aumentar, lo que incrementa el riesgo de un golpe de calor.
- Al ser difícil que el aire fresco circule dentro del protector facial, los bebés tienden a volver a inhalar el aire exhalado con una alta concentración de dióxido de carbono.
- Si la pantalla facial se ajusta mucho al rostro y aprieta la nariz, los bebés no pueden respirar.
Ahora bien, que la asociación pediátrica no recomiende su uso no significa que la rechace de plano. Se puede usar, por ejemplo, por un corto periodo cuando los bebés están dentro de trenes y autobuses.
La advertencia es importante para que los padres la tengan en cuenta. Finalmente, es su decisión. (International Press)
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