China ratificó hoy la nueva ley de seguridad nacional para Hong Kong, poniendo en peligro la política de “un país, dos sistemas” que el antiguo líder chino, Deng Xiaoping, prometió aplicar en la isla cuando negoció en 1982 su devolución definitiva con Reino Unido.
Los ingleses tomaron posesión de Hong Kong y la península de Kowloon como botín durante las guerras del opio contra la dinastía Qing en el siglo XIX. Luego, Reino Unido suscribió un contrato de arrendamiento de 99 años que debía expirar en 1997.
Deng prometió y suscribió un acuerdo con 50 años de autonomía para Hong Kong y faltaban otros 27 años hasta que hoy martes el comité permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP) ratificó la nueva ley que pone fin a muchas de las libertades que ostentaba el pueblo honkonés.
La ley entrará en vigencia mañana y recoge, entre otras acciones legales, penas de hasta cadena perpetua para los responsables por «actos de secesión, subversión, terrorismo y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en peligro la seguridad nacional».
LA REACCIÓN JAPONESA
El Gobierno de Japón calificó hoy como “lamentable” la ratificación de la controvertida ley de seguridad de Hong Kong, y dijo que estaba siguiendo el tema “con gran preocupación”.
“Para Japón es importante tener unos intercambios económicos y personales con Hong Kong bajo el esquema de un país y dos sistemas”, afirmó Suga.
Hong Kong, añadió, “debería mantener un sistema libre y abierto bajo el criterio de un país y dos sistemas, y desarrollarse democráticamente y con estabilidad”. (Agencias)
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