Muchas farmacias en Japón han colocado letreros en sus puertas que dicen: «Mascarillas agotadas».
El brote del nuevo coronavirus ha convertido a las mascarillas en productos escasos y muy codiciados, situación que ha aprovechado gente sin escrúpulos para venderlas en internet a precios muy por encima de su valor real.
También hay farmacias que están sacando réditos de la escasez, vendiéndolas a altos precios en combinación con otros productos, como bebidas energizantes, denuncia la NHK.
Por ello, la Comisión de Comercio Justo de Japón ha exhortado a las farmacias a eliminar esta práctica.
La escasez de mascarillas está originando frustración en Japón. Una japonesa que salió con las manos vacías de una farmacia en Tokio declaró a Kyodo: «No he podido conseguir una sola mascarilla durante semanas».
«El gobierno nos dice que tomemos medidas para minimizar el brote, pero ¿cómo podemos protegernos sin productos tan esenciales?», añadió.
Hablando del gobierno, su principal portavoz, el ministro Yoshihide Suga, dijo que desde marzo se producirán más de 600 millones de mascarillas al mes.
El gobierno insta a los fabricantes de estos artículos a aumentar la producción y a la gente a no comprar más de lo que necesitan.
Los fabricantes de mascarillas han incrementado su producción a alrededor de 400 millones de unidades al mes, lejos de la meta del gobierno japonés.
El representante de una compañía del rubro explicó a Kyodo que no es fácil instalar nuevas líneas de producción debido a que nadie sabe cuándo terminará el brote de coronavirus.
Extender la capacidad de producción requiere grandes inversiones que probablemente no se justifiquen más adelante si la demanda, una vez controlado el brote, cae.
Atendiendo a esa inquietud, el gobierno otorgará subsidios de hasta 30 millones de yenes (270 mil dólares) a los fabricantes para que amplíen su producción. El primer ministro Shinzo Abe se comprometió a asumir la responsabilidad en caso de sobreproducción y dijo que se acumularán reservas en preparación para futuras emergencias.
Mientras tanto, para lidiar con la escasez, las autoridades japonesas han pedido a la gente que use otros artículos, como toallas, para prevenir la transmisión por estornudos o tos. (International Press)
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