Londres será escenario, desde este sábado 29 de febrero, de la mayor muestra de kimonos que se haya realizado en Europa para demostrar su evolución y reclamar un espacio activo e importante en la moda mundial.
La exposición «Kimono: Kyoto to Catwalk», que ya está lista en el Museo Victoria and Albert y que fue mostrada antes del estreno a la crítica, presenta el kimono como algo más que la ropa formal tradicional, como se percibe a menudo más allá de las fronteras japonesas.
El kimono está vigente en la vida y arte occidental, mucho más de lo que la gente supone.
Allí puedes verse, dos trajes de kimono que se usaron en las películas de Star Wars. Uno es vestido para Obi-Wan Kenobi, interpretado por Alec Guinness en la película de 1977, «Star Wars: Episodio IV- Una nueva esperanza».
También otros tres kimonos «famosos» como el que perteneció a la estrella del pop Freddie Mercury, el atuendo diseñado para Madonna por Jean Paul Gaultier, y el kimono usado por la cantante Bjork y diseñado por Alexander McQueen.
Tristram Hunt, director de V&A, citado por la Agencia Kyodo, describió el kimono como «dinámico» y dijo que ha tenido «una enorme influencia en los estilos de ropa internacional durante los últimos 400 años».
Para Anna Jackson, la curadora de la exposición, el kimono es «único en su importancia estética e impacto cultural, dándole un lugar fascinante dentro de la historia de la moda».
Agregó que la exposición es particularmente relevante ya que existe un «renacimiento» del interés por esta prenda entre los japoneses.
La exposición presenta más de 300 obras, incluidos kimonos hechos especialmente para la muestra y otros tan actuales como los diseñados por el japonés YOSHIKI, el reconocido líder y baterista de la banda de rock “X-Japan”.
Se exhiben obras de diseñadores de renombre como John Galliano y Yohji Yamamoto.
La muestra presenta cómo los holandeses introdujeron el kimono en Europa y cómo la prenda se adaptó a los gustos extranjeros, incluso como camisón o bata. Los holandeses trajeron nuevas telas a Japón y estas se incorporaron a los diseños de kimono.
Cuando Japón se abrió al resto del mundo en el siglo XIX, después de un período de aislamiento que abarcó más de 200 años, muchos kimonos fueron exportados a Europa, donde había una fascinación por todo lo japonés.
La última sección de la exposición muestra cómo el kimono ha seguido evolucionando y reinventándose en el siglo XX y hasta nuestros días. (Agencias / International Press)
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