La decisión del Tribunal Superior de Tokio de revocar la pena de muerte contra el peruano Vayron Nakada Ludeña ha sido un shock para las familias de las personas que asesinó en 2015.
Nakada asesinó a una anciana de 84 años, una pareja en la cincuentena, y una mujer de 41 años y sus hijas de 10 y 7.
El esposo de la mujer de 41 y padre de las dos niñas expresó su indignación por el fallo.
En declaraciones recogidas por Kyodo, el hombre dijo: «Quiero gritarle al juez: ‘Si estuvieras en mi lugar, ¿cómo podrías aceptar esto?».
El viudo asistió a todas las sesiones judiciales y lamentó que ahora tendrá que comenzar “desde cero” para solicitar al Tribunal Supremo de Japón que revise el fallo.
El Tribunal Superior de Tokio justificó su decisión alegando que Nakada no podía ser considerado completamente responsable de sus acciones debido a su esquizofrenia.
En marzo de 2018, el Tribunal de Distrito de Saitama dictó pena de muerte para el peruano, juzgando que el hombre era mentalmente competente para reconocer la gravedad de sus acciones.
Dicho tribunal hizo notar que los esfuerzos de Nakada por ocultar los cuerpos y limpiar la sangre en las escenas del crimen eran una evidencia de que tenía conciencia de sus delitos.
Sin embargo, el Tribunal Superior de Tokio dijo que si bien los delitos del peruano eran crueles y justificaban la pena de muerte, su capacidad mental cuando los cometió estaba disminuida, y decretó cadena perpetua.
Además, señaló que hubo errores en su evaluación psiquiátrica que no pueden ignorarse.
Entre el 14 y el 16 de septiembre de 2015, Nakada irrumpió en tres casas en Saitama, donde robó y cometió los asesinatos. El día 16, saltó desde el segundo piso de una de las viviendas y fue hospitalizado. Al mes siguiente fue arrestado. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment