La selección de rugby de Uruguay dejó una penosa imagen en Japón. No en el campo, sino fuera de él, en un club nocturno en la ciudad de Kumamoto.
Asahi Shimbun ha reconstruido los hechos ocurridos el 14 de octubre.
Un grupo de 15 personas, entre ellas representantes de medios uruguayos, llegaron al club horas después de que Uruguay perdió con Gales en su último partido de la Copa del Mundo.
Dos de los jugadores estaban ebrios.
De acuerdo con el testimonio de un empleado del local, un miembro del grupo esparció el contenido de un extintor de incendios cerca de la entrada, mientras que un jugador derramó una bebida sobre una máquina de DJ valorada en 1 millón de yenes (más de 9 mil dólares). También dañaron paredes y espejos.
El personal del establecimiento llamó la atención a los uruguayos para que se comportaran de manera correcta, pero ellos ignoraron las advertencias y continuaron armando lío. En esos momentos, había unos 200 clientes en el club, además de siete empleados.
La situación se tornó inmanejable y el club decidió cerrar a las 4:30 a. m., media hora antes de lo habitual y llamó a la policía.
El personal del establecimiento obligó a los miembros del grupo a quedarse mientras esperaban la llegada de la policía. Fue en esas circunstancias que un jugador derribó a un trabajador tal como se aprecia en el video.
«Esos jugadores no tenían conciencia de que eran representantes de su país», declaró un empleado a Asahi.
El equipo dejó Japón un día después del incidente. Antes, la policía interrogó a dos de los jugadores.
El comité organizador de la Copa Mundial de Rugby verificó los hechos y ofreció disculpas al club. (International Press)
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