El río Chikuma, en la prefectura de Nagano, se desbordó el fin de semana pasado después de que el tifón Hagibis tocó tierra en Japón.
Las aguas llegaron hasta el depósito de JR East que alberga trenes balas. Diez de ellos, con 120 vagones en total, sufrieron daños por las inundaciones.
Una investigación de la NHK halló que aproximadamente el 40 % de los espacios donde se estacionan los shinkansen en Japón se encuentran en áreas vulnerables a las inundaciones.
JR Tokai tiene dos, en Osaka y Shizuoka.
JR Kyushu y JR West guardan sus trenes en áreas donde las aguas pueden exceder el metro de altura.
Mientras tanto, en un depósito de JR Hokkaido las aguas podrían alcanzar una altura de poco menos de tres metros.
JR East y JR Tokai poseen espacios para sus trenes donde la altura de las aguas no excedería los 50 centímetros.
Un experto en sistemas de trenes eléctricos, el profesor universitario Ryo Takagi, explicó a la NHK que la mayoría de los equipos importantes de los shinkansen está a solo 20 centímetros por encima de las vías férreas y que una inundación podría dañarlas fácilmente.
Por ello, considera que las compañías ferroviarias deberían elevar el nivel del suelo de sus depósitos lo antes posible. (International Press)
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