La doble tasa de impuesto a las ventas, de 8 y 10 %, en Japón no solo confunde al público, sino también a muchos negocios minoristas, revela Reuters.
Empleados de la cadena de supermercados Yaoko tienen problemas para determinar qué tasa rige para cada producto. Por ejemplo, el sake dulce se considera alcohol y se grava con un impuesto de 10%, pero al saborizante de sake dulce se le aplica la tasa de 8 %.
Por la pasta de dientes se paga 10 %, pero las pastillas para el aliento están gravadas con un 8 %.
Y eso que los trabajadores recibieron capacitación. Yaoko, además, gastó 700 millones de yenes (6,48 millones de dólares) en nuevas cajas registradoras para manejar el sistema de doble tasa.
La cadena de tiendas de conveniencia Ministop cobró de más a algunos clientes debido a fallas en las cajas registradoras, según Jiji Press.
Hubo, además, el problema inverso: cobrar menos. En algunas tiendas de Ministop, artículos sujetos a la tasa de 10 % se vendieron con el impuesto de 8 %.
Motohito Kurosawa, dueño del restaurante Fri-Tei, ubicado en Tokio, cree que debería haber una sola tasa. En declaraciones a Reuters dice: «Está mal establecer dos tasas impositivas. La vida sería más fácil si se estableciera de manera uniforme»
Kurosawa debe cobrar 8 % por la comida que se compra para llevar y 10 % por la que se consume en su local.
El hombre tuvo que comprar una nueva caja registradora, que puede manejar operaciones complejas y costar hasta 300.000 yenes (2.700 dólares). Es una gran inversión, dice, tomando en cuenta que sus ventas ascienden a 33 millones de yenes (305 mil dólares) al año.
La tasa de 8 % se mantiene para artículos como alimentos y bebidas no alcohólicas. (International Press)
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