Si con la tasa de impuestos al consumo de 8 %, muchas familias de bajos ingresos tenían problemas para llegar a fin de mes, con la de 10 % será más difícil.
Si bien con los alimentos y las bebidas no alcohólicas rige la tasa de 8 %, por el resto de artículos de uso cotidiano hay que pagar el 10 % de impuesto.
Una mujer de 43 años que hace arubaito declara a Kyodo que “da miedo pensar que los precios han aumentado para todo, salvo los alimentos».
La mujer tiene esposo y 8 hijos, de 2 a 24 años. La numerosa familia usa a diario una gran cantidad de papel higiénico y detergentes, productos por los que ahora deben pagar la tasa de 10 %.
Consciente del efecto adverso de la subida impositiva, el gobierno de Japón ofrece a las familias de bajos ingresos y a las que tienen niños la oportunidad de comprar cupones por 20.000 yenes (184,8 dólares), con los cuales pueden comprar artículos por valor de 25.000 yenes (231 dólares).
La cantidad de vouchers que una familia puede adquirir depende del número de sus integrantes y niños.
El problema, sin embargo, es que muchos de los posibles beneficiarios afirman no tener el dinero suficiente para comprar los cupones. Ellos prefieren recibir los beneficios directamente.
Una madre soltera que vive en Chiba y tiene hijos en edad escolar dice: «Apenas puedo llegar a fin de mes”. Antes del aumento del impuesto no disponía del dinero suficiente para hacer compras en gran cantidad y ahora no puede comprar vales.
Por su parte, una mujer en la cuarentena que recibe ayuda estatal revela que cuando su hija, una estudiante de primaria, le pidió ropa nueva le dijo que tendrían que ahorrar comiendo coles por un tiempo. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment