El lunes 9 de septiembre, el devastador tifón Faxai tocó tierra en la región de Kanto.
Dos días después, cuando cientos de miles de hogares carecían de electricidad, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, remodeló su gabinete.
La reorganización ministerial creó “un vacío político” y retrasó la respuesta del gobierno al desastre, según voces críticas.
El secretario jefe del gabinete, Yoshihide Suga, rechazó los ataques y dijo que el gobierno no ha fallado en su gestión de la crisis causada por el tifón.
En declaraciones recogidas por Jiji Press, el alto funcionario subrayó: «Hemos estado lidiando con el tifón de manera rápida y apropiada desde antes de que tocara tierra».
Después de que Faxai llegó a suelo japonés, un grupo de trabajo interministerial de respuesta a desastres sostuvo cinco reuniones, añadió.
Con respecto a los cortes de luz que aún afectan a miles de personas en la prefectura de Chiba, Suga aseguró que el gobierno ha tomado «todas las medidas posibles». (International Press)
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