En mayo de 2017, Koshio Mario Ishii, un boliviano de 51 años, presentó un documento de nacimiento falso en un municipio en la prefectura de Chiba. Al mes siguiente, las autoridades municipales, que ignoraban que el certificado fuera falso, la dieron 1,21 millones de yenes (11.350 dólares) como subsidio de natalidad.
En junio de ese año, Ishii hizo lo mismo en un municipio en la prefectura de Gunma.
El boliviano utilizó este esquema fraudulento en varias regiones de Japón, recurriendo a diferentes mujeres como “madres” de los inexistentes niños.
La policía de Japón está investigando alrededor de 40 casos que involucran a Ishii. Se calcula que el monto obtenido de manera ilegal por el hombre de los gobiernos locales asciende a 20 millones de yenes (187 mil dólares), revela Asahi Shimbun.
El boliviano ha sido arrestado por la policía, así como una mujer de 36 años de la misma nacionalidad por actuar como su cómplice.
Ishii fabricaba sellos de hospitales extranjeros para elaborar los certificados falsos. Para recibir más dinero, registraba los nacimientos de mellizos o trillizos.
De acuerdo con fuentes de Asahi, Ishii era una figura influyente en la comunidad sudamericana hispanohablante en Japón. Tenía una compañía en Yokohama que traducía documentos.
Las personas afiliadas al programa nacional del seguro de salud de Japón pueden recibir subsidios de natalidad incluso si un niño nace en el extranjero.
En el año fiscal 2017, alrededor del 3 % de los subsidios de natalidad fueron para niños nacidos fuera de Japón.
El programa es vulnerable a las estafas debido a que muchas veces es difícil verificar la autenticidad de los documentos de nacimiento. (International Press)
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