Hoy se cumplen 24 años del ataque con gas sarín en el metro de Tokio que mató a 13 personas y dejó a más de 6.000 heridas.
El acto terrorista fue perpetrado por la secta Verdad Suprema, cuyo líder, Shoko Asahara, fue ejecutado en julio del año pasado junto con otros doce miembros de la organización.
A las 8 a. m., hora aproximada en que ocurrió el ataque, se guardó un minuto de silencio en una ceremonia conmemorativa realizada en la estación de Kasumigaseki, informó Kyodo.
Estuvieron presentes familiares de las víctimas y personal de Tokyo Metro.
Uno de los familiares presentes fue Shizue Takahashi, que perdió a su esposo Kazumasa, entonces asistente del jefe de la estación de Kasumigaseki.
La mujer contó que después de las ejecuciones de Asahara y sus cómplices su sufrimiento continúa y que la ha pasado muy mal. Desde entonces, añadió, ha estado pensando con mayor profundidad en las consecuencias de la pena de muerte.
La viuda declaró que ha comenzado a pensar en cómo los condenados a muerte pasaban su tiempo en prisión y cómo están sus familias. Sus sentimientos han cambiado desde las ejecuciones, afirmó.
La estación de Kasumigaseki está ubicado en una zona con gran presencia de ministerios y otras oficinas gubernamentales.
A poco más de un año de la apertura de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, el gobierno de Japón está evaluando medidas para reforzar la seguridad en el sistema de trenes del país.
En la misma estación de Kasumigaseki se ha probado un escáner corporal para detectar objetos potencialmente peligrosos escondidos entre la ropa de los pasajeros. (International Press)
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