El 2 de febrero, el periodista independiente Kosuke Tsuneoka llegó al Aeropuerto de Haneda para tomar un vuelo a Yemen, donde planeaba cubrir la hambruna que sufre el país en medio de una guerra civil.
Un funcionario del aeropuerto le dijo que por orden del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, Tsuneoka tenía que entregar su pasaporte. Sin el documento, el hombre de prensa no pudo viajar.
El periodista denunció que la medida gubernamental viola sus derechos constitucionales, informó Asahi Shimbun.
Tsuneoka dijo que al forzarlo a entregar su pasaporte e impedir su salida al extranjero, el gobierno de Japón está violando su libertad de viajar fuera del país garantizada por la Constitución. “Esto no es más que un acto de obstrucción de las actividades periodísticas», afirmó.
Ya van dos veces que a Tsuneoka se le impide viajar a Yemen.
Un funcionario de la cancillería japonesa dijo que el ministerio no realiza comentarios sobre casos individuales. Aunque no se ha pronunciado de manera oficial, se entiende que la decisión del gobierno obedece a razones de seguridad.
Japón insta a sus ciudadanos a abandonar de inmediato países considerados inseguros. En esa categoría entra Yemen, así como Siria, país donde el periodista Jumpei Yasuda fue tomado como rehén en junio de 2015 y liberado en octubre de 2018.
Tsuneoka, que ha trabajado en países del Medio Oriente azotados por guerras, es amigo de Yasuda.
Más de 10.000 personas han muerto por el enfrentamiento entre fuerzas gubernamentales e insurgentes en Yemen, y millones están en riesgo de morir de hambre.
El caso de Tsuneoka no es el primero. El gobierno de Japón ordenó a un periodista que tenía previsto viajar a Siria que entregara su pasaporte. El reportero demandó al gobierno, pero en 2017 el Tribunal del Distrito de Tokio determinó que la medida gubernamental era legal.
En 2015, el Estado Islámico decapitó a dos japoneses, entre ellos un periodista, en Siria. (International Press)
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